Microsoft anunció a finales del año pasado que lanzaría sus gafas de realidad aumentada Hololens a lo largo del primer trimestre de 2016 por 3.000 dólares.
Cuando el resto de compañias han apostado por crear dispositivos que nos introducen en una realidad virtual, los de Redmond han querido desmarcarse apostando por la realidad aumentada. No nos oculta nuestra realidad sino que nos agrega más información visual en el entorno donde nos encontremos.
Quizá, Microsoft se encuentra sola en este nicho de mercado y eso le ha valido para no tener competencia en el mercado y salir con un precio bastante alto, exclusivo.
Para llegar a este punto Microsoft ha hecho un largo viaje. La idea no fue espontánea y crearon la tecnología. Desde el lanzamiento del primer dispositivo de captura de movimiento para su consola de videojuegos Xbox360 ya podíamos ver que apostaban por una interacción con el usuario diferente a los demás.
Esa tecnología ha sido mejorada y llevada a sus nuevas gafas. Éstas saben situarnos de forma tridimensional dentro de un entorno 3D ceado a partir de los objetos y paredes que nos rodean.
La teoría parece impresionante y diferentes medios de prensa que han tenido acceso al dispositivo han quedado fascinados con su funcionamiento.